Buscar un piso de alquiler es una aventura muy desagradable, en la que más te vale armarte de mucha paciencia y buen humor.
Para empezar, la mayoría de las inmobiliarias llenan los portales de internet con anuncios falsos. Ganchos en los que te muestran preciosos apartamentos a precios asequibles para que te pongas en contacto ellos. Pero es mentira.
Si llamas por teléfono descubrirás que casualmente «acaban de alquilarlo». ¡Lástima! tú que ya te imaginabas viviendo ahí… Pero tranquilo, antes de que consigas recuperarte de la desilusión de haber perdido el piso perfecto, el comercial atacará diciendo «no te preocupes, tengo otro cerca pero es tan reciente que no lo tenemos colgado todavía». Segunda mentira.
Ingenuo de ti, conciertas una cita para acabar descubriendo que «cerca» es un barrio situado entre Carabanchel y Mordor. Resignado y sin nada que hacer, accedes a hacer la ruta del comercial para descubrir «sus ofertas de piso en alquiler recién reformado». Tercera mentira.
Según la jerga de las inmobiliarias y caseros de cara dura, «reformado» significa que han colocado un azulejo que se había caído, arreglado una gotera y pintado una pared. Por supuesto, utilizando el azulejo y la pintura más fea que exista en la tierra.
Por si fuera poco, habrán llenado el piso con todos los muebles que sus familiares cercanos hayan decidido tirar a la basura. Y no por ser demasiado bonitos, cómodos o funcionales, te lo puedo asegurar.
Y así, vas descubriendo «joyas» y pisos de alquiler tan impresionantes como estos que os mostramos a continuación…